lunes, marzo 28, 2011

1997

A través de los ojos de Manú Dornbierer:

Hubo una gran diferencia, sin embargo, entre la elección de Cuauhtémoc Cárdenas el 6 de julio de 1997 y la de Fox el 2 de julio de 2000. En la primera los medios de comunicación, especialmente los electrónicos, como siempre, se portaron como el asco con Cárdenas. En el 2000 en cambio, por simpatizar con el PAN o por órdenes superiores… dieron la pala de haber cambiado y de ser ahora democráticos.

Por desgracia, el nuevo gobierno de la capital no entró, como hubiera debido, con la espada desenvainada y la escoba en la mano. Los capitalinos esperábamos una buena limpieza de la casa, empezando por la exhibición del ex regente que había salido entre la furia y los abucheos de los chilangos y las negras historias de inseguridad de la ciudad, de asaltos de bancos constantes y de los jóvenes de la colonia Buenos Aires asesinados y literalmente cortados en pedacitos por los judiciales. Pero como no ser vio ninguna acción profiláctica contra Espinosa Villarreal, se empezó a hablar de un acuerdo de Cárdenas con Zedillo respecto del amigo al que guareció en la Secretaría de Turismo. Esto se desilusionó a los fragorosos simpatizantes de Cuauhtémoc, y como se vería después, empezaría a sembrar la semilla de la duda. La tónica era hacer las cosas con discreción y lo mejor posible, pero no era de esa manera como se iba a luchar contra la terrible campaña, casi vendetta, que se inició al día siguiente mismo de la victoria. A todas horas, en todos los medios de comunicación, se destruía la imagen de Cárdenas, se organizaban marchas y protestas constantes, con frecuencia con los grupos más escandalosos y nefastos del PRI como Antorcha Campesina o aquellos que se habían quedado incrustados en la administración y que se quejaban a diario de todo; se hacían correr toda suerte de rumores que penetraban con insidia en todos los oídos para desacreditar al primer gobierno democrático de la capital, pero to-tal-mente inepto.

Con absoluta carencia de ética y de justicia, los priístas resentidos, del brazo y por la calle con los panistas ardidos también por su propia derrota, se propusieron destrozar la imagen de Cuauhtémoc para que un mal gobierno en el D.F. invalidara su posible candidatura a la presidencia en el 2000. Como se vería posteriormente, los priístas pagarían muy caro su falta de visión y cuando Labastida en campaña le echaba porras a Cuauhtémoc contra Fox, lo único que hacía era hundirlo más frente a sus posibles electores. Nadie sabe para quien trabaja. La inicua campaña contra Cárdenas, jefe de gobierno de la ciudad de México, fortaleció al PAN.

Sin duda, Cárdenas, aunque lo negara, tenía metida entre ceja y ceja su candidatura para la presidencia, de manera que lo que hacía por la ciudad no era suficientemente convincente. La elección de sus colaboradores cercanos y de muchos delegados parecía dar la razón a sus detractores. Algunos pagaron la novatada, como Jesús González Schmall, primer secretario de Gobierno, al que reemplazaría Rosario Robles. Él sí tenía ganas de pelear y se fue de boca por falta de reflexión, no por falta de materia prima para luchar contra la corrupción dentro del complejo aparato de la administración. Pero otros colaboradores más agazapados fueron quizá nocivos a la larga para el jefe de Gobierno, como César Buenrostro, poco apto para la política. Hubo que esperar a qué Cárdenas saliera a hacer campaña y que Rosario Robles, contra viento y marea, por fin luchara contra la campaña sistemática de desprestigio del PRIAN en contra del gobierno perredista. De no ser por la batalla de Robles, Andrés Manuel y el PRD hubieran perdido la elección de 2000 en Mexico City. El PRD conservó la capital, pero perdió mucho.

A través de los ojos de Ramiro López:

Transcurría el año de 1997 cuando sucedieron los hechos que relata la periodista Manú Dornbierer en la capital de México. Quien esto escribe iba a cursar sus estudios de preparatoria con duración de 3 años y las noticias de la campaña de Cárdenas y otras tragedias del país seguramente resultaban lejanas a toda mi generación; sin duda algunas de las preocupaciones eran los exámenes, los compañeros de clases y las compañeras pero definitivamente no sobre quién ganaría la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal. Ese año todavía no conocía al amor de mi vida y tampoco tenía novia. De hecho la persona que hoy comparte mi vida, sueños y deudas andaba de viaje de XV años en Orlando, Florida. Así es, fue a conocer a Mickey Mouse o el Ratón Miguelito como se le decía hace décadas a este personaje tan entrañable para muchos, creación de Walt Disney.
Afortunadamente, hoy lo reconozco, mis padres pudieron seguir pagando mis estudios y parecía normal pasar de secundaria a preparatoria dentro del mismo colegio en la Ciudad y Puerto de Veracruz. El Ayuntamiento estaba encabezado por el Panista Roberto Bueno Campos, quién fue el primero en gobernar la ciudad jarocha y derrotar al PRI. En Política no hay imposibles. Nuestra ciudad a mi parecer ya gozaba de buenos tiempos. En los portales se respiraba el olor a cerveza y habanos mientras los oídos propios y foráneos se deleitaban con la marimba. Así es, 1997 fue un buen año en lo que a mí concierne, así como el microcosmos que me rodeaba. Tenía 14 años y toda mi familia, gracias a la vida, seguía con una buena calidad de vida. Mi papá trabajó casi toda su existencia en la misma empresa, tanto que se convirtió en el Secretario General del Sindicato y estuvo en el cargo durante 25 años. Don Ramiro, desde el punto de vista más objetivo posible, es líder y una persona inteligente que supo aprovechar las oportunidades que se le presentaron en el camino. Su legado más importante, junto con mi madre, nuestra formación y educación.

Mis amigos de aquel entonces, Abner, Jácome, Landa, Pedro y Ulises habían estado conmigo durante los 3 años de secundaria en el “C”. Fuimos la Generación 1994-1997 del Colegio y recuerdo que esos años nos unieron las clases, el Nintendo y el fútbol. Abner es Chiva, Jácome no recuerdo, Landa Americanista, Pedro nunca tuvo equipo fijo, Ulises también era Chiva y pues yo era y sigo siendo de sangre Cruz Azul. No siempre fuimos los grandes amigos que terminamos siendo al final de ese año pero encajamos, cuadramos e hicimos sinergia como pasa siempre en los salones de clases cada año en todo el mundo; se hicieron las bolitas en el salón y nosotros nos convertimos en una más. Pero en los años de prepa se incorporaron dos elementos más: Marcos y Saúl. ¡También grandes amigos!

martes, marzo 22, 2011

Empresarios Mexicanos

Quiero reconocer y felicitar publicamente a mis amigos Abner y Pedro, empresarios de origen Veracruzano y orgullosamente Mexicanos. Ellos son los responsables de la empresa LLM Edificios Inteligentes http://www.llmedificiosinteligentes.com/ la cual se dedica a la instalación y servicios de sistemas destinados a la creación de Smart Buildings. Adelante emprendedores, queremos y necesitamos más personas como ustedes en este nuestro mundo.

Frase Cinéfila de Titanic: "I'm the King of the World"

jueves, marzo 10, 2011

Fotoperiodismo

El presente texto forma parte de la Tesis: Francisco Mata Rosas y el Nuevo Fotoperiodismo Mexicano: Análisis de la serie Sábado de Gloria de la LCC Patricia García Banda.

Proceso y Unomásuno

Durante su periodo presidencial (1970-1976) Luis Echeverría, decidió acercarse a los intelectuales debido al clima que existía por los sucesos de 1968. Quien apoyo en ese momento a Echeverría fue Carlos Fuentes, el cual presentó al presidente con los intelectuales mexicanos y extranjeros. El presidente organizaba fiestas donde se reunía con ellos ofreciendo su apoyo. Los editorialistas del periódico Excélsior le tomaron la palabra en cuanto a la libertad de expresión, comandados por Julio Scherer García, Gastón García Cantú, Samuel I. del Villar, Froylán López Narváez, Antonio Delhumeau, Carlos Monsiváis, Jorge Ibargüengoitia, Vicente Leñero, Ricardo Garibay, Luis Medina entre otros. Un grupo de reporteros/fotógrafos formaron un equipo que llevó al Excélsior a ser el principal periódico del país, revitalizando el periodismo mexicano, más tarde ocasionando problemas al periódico, ya que en 1976, Luis Echeverría decidió retirar a Julio Scherer del periódico porque el Excélsior no se prestaba al juego de simular una actitud crítica (Ramírez, 1992, p.19). En respuesta a esta situación, Scherer junto con un grupo de colaboradores funda la revista Proceso lo cual resultó importante para el país ya que a pesar de ser reprimidos por el gobierno, decidieron seguir adelante con esta revista. Un año después de la creación de la revista Proceso; Manuel Becerra Acosta también alto directivo del Excélsior prepara el diario Unomásuno para salir a la venta a finales de 1977; llamado así porque sus promotores ganaban adeptos “uno a uno”.

Este diario desde el principio fue diferente, ya que su formato de tabloide, eliminó las páginas editoriales repartiendo los artículos correspondientes en las secciones del periódico y la sección cultural abarcó por primera vez varias páginas, además de los moneros Magú, El Fisgón, Ahumada, Helioflores y Sergio Arau quienes crean un suplemento de historietas; en el periódico también participaron escritores como Miguel Ángel Granados Chapa, Carlos Monsiváis, Héctor Aguilar Camín, Tomas Mojarro y Enrique Flores Cano (Ramírez, 1992, pp.20, 121, 160, 162).

Nuevo Fotoperiodismo Mexicano. Unomásuno y La Jornada

Al nacer Proceso nace también una publicación con la libertad de expresión que ningún otro medio había tenido hasta ese momento, era una revista con periodismo crítico casi al ciento por ciento. Sin embargo, Julio Scherer no tenía mucho interés por la fotografía, le daba prioridad a los textos, la fotografía era ilustrativa solamente, no había crédito para los fotógrafos ya que sus nombres aparecían en el directorio y las propuestas de los fotógrafos no eran aceptadas. Pero una de las ventajas de la revista sobre cualquier otro medio, hasta ese momento, eran los salarios dignos con lo cual se evitaba el “chayote” (Mraz, 1996, pp.23, 26).

El nuevo fotoperiodismo mexicano nace con el Unomásuno y con su fundador y director Manuel Becerra Acosta y como subdirector Carlos Payán, quienes apoyaron la fotografía, la cual toma importancia llegando a ser un género autónomo en este periódico; la primera plana se alcanza como editorial, nace la propuesta de la vida cotidiana como material periodístico, los políticos son fotografiados con irreverencia, muchas situaciones reales comienzan a ser noticia por medio de la imagen, como la pobreza, los sindicatos, los movimientos revolucionarios en Centroamérica y la oposición. La calidad fotográfica comienza a darse reflejando imaginación, señalamiento oportuno, denuncia, estética y sentido del humor (Malvido, 2004, p.9.). El Unomásuno innova en la fotografía desde el momento en el que suceden muchas cosas por primera vez: como el que el jefe de fotógrafos participara en las juntas de evaluación diaria, que una mujer asumiera el cargo de jefa del departamento de fotografía, también que una fotógrafa fuera enviada como corresponsal de guerra, además de que la fotografía periodística fuera expuesta en museos y galerías de arte; se despierta una conciencia en el cuidado de los negativos, la importancia de los archivos fotográficos, se respetaron los derechos de autor de los fotógrafos además de trabajar con equipo propio, los fotógrafos dejan de ser aprietaobturadores para ser fotoperiodistas ya que su forma de trabajo se basa en que se formara un concepto antes de llevar a cabo la orden de trabajo, así ya se había pensado qué era lo que se quería fotografiar y qué era lo que se iba a hacer. (Malvido, 2004, pp.12, 14, 17). La vida cotidiana en la fotografía periodística cobró gran importancia en el Unomásuno, según Pedro Valtierra “la vida cotidiana y la vida en la calle se va a primera plana para tomar el lugar que durante años ocuparon los presidentes; los políticos que antaño pagaban para salir bonitos, son retratados como seres de carne y hueso, sin temor y sin afán de quedar bien con nadie; los temas sociales se convierten en prioridad y Centroamérica se cuenta de otra manera” (Malvido, 2004, p.16).

Los fotógrafos tenían libertad de proponer un tema, un foto reportaje, dedicarse a realizarlo sin tener órdenes de trabajo, los salarios eran dignos para no aceptar soborno alguno, la forma de vestir expresaba esta situación ya que en general los fotorreporteros usaban corbata y lo fotógrafos de este periódico no vestían así, llevaban cabello largo por lo que se les clasificaba como comunistas. Algunos de los fotógrafos del Unomásuno eran: Christa Cowrie, Aarón Sánchez, Martha Zarak, Pedro Valtierra, Armando Salgado, Enrique Ibarra, Gustavo Miranda, Jorge Barragán, José Luis Rocha, Miguel Castillo y Héctor García.

Un momento coyuntural en el fotoperiodismo fueron los movimientos armados en Guatemala, El Salvador y Nicaragua, el periódico mandó a sus propios corresponsales, dejando de lado a las agencias internacionales de información, a partir de aquí es donde el fotógrafo se convierte en actor de la información. También se da un intercambio en la relación fotógrafo- reportero porque al principio a quién se le proporcionaba el dinero de los viáticos era al reportero y el fotógrafo dependía de éste, pero la situación cambió gracias al diálogo de Pedro Valtierra con Becerra Acosta (Mraz, 1996, pp. 28-29).

Unomásuno se mantuvo así por unos años hasta que en diciembre de 1983 dejan el periódico Carlos Payán, Miguel Ángel Granados Chapa, Carmen Lira y Humberto Musacchio con 46 personas más, por desacuerdos administrativos con el periódico. Este grupo funda en 1984 el periódico La Jornada en donde la importancia de la fotografía en el diario sigue vigente. En el diseño del periódico se contemplaban como mínimo una foto o ilustración en cada página. Por primera vez los fotógrafos entraban a una junta de evaluación consiguiendo que no se cortaran las fotografías como se acostumbraba y que cada una de éstas llevara el crédito correspondiente. Cabe mencionar que los fotógrafos en esa época llegaban a ganar más que un reportero (Mraz, 1996, pp. 29,31).

Algunos de los fotoperiodistas más sobresalientes en La Jornada (según el libro de John Mraz, La mirada inquieta) fueron: Marco Antonio Cruz, Elsa Medina, Fabrizio León, Francisco Mata Rosas y Pedro Valtierra.

viernes, marzo 04, 2011

El Dictamen


Comparto con ustedes la editorial del Sr. Juan Malpica Silva que se publicó al comprar el periódico veracruzano El Dictamen, misma qu forma parte de mi investigación "Oferta informativa en el periódico El Dictamen sobre la Elección Presidencial 2006"

Tenemos el gusto de inaugurar nuestras tareas en este periódico cuya propiedad hemos adquirido de las hábiles y honradas manos del compañero Señor Lic. Hinojosa.
No venimos a estas columnas a vivir y medrar a costa del Estado, ni hemos comprado este diario para sostener candidaturas y hacer campañas políticas, como maliciosamente ha dicho algún periódico local. Venimos aquí a ganarnos honradamente nuestra subsistencia y al mismo tiempo, a trabajar, a ser útiles a la sociedad en que vivimos, ya que el hombre no se debe así mismo nada más, sino que se debe también a sus semenjantes.
Nos gusta Veracruz, su movimiento, sus costumbres, su alegría y vivimos muy contentos entre los Veracruzanos. En nuestras tareas y en nuestros jucios, seremos tranquilos, seremos francos y llanos: las cuestiones las trataremos conforme a nuestros conocimientos y criterio; y cuando se trate de problemas especiales, consultaremos la opinión de los profesionales o de los expertos en tales cuestiones, pues no somos enciclopédicos.
Ansiamos el adelanto y el progreso de nuestras amada Patria. En esta época en que el hombre vuela y está a punto de cazar aves en su propio elemento, queremos que nuestro país marche en la vanguardia de los pueblos libes y civilizados.
Cuando tenemos la convicción de que una de las necesidades apremiantes de nuestro pueblo es la justicia, procuraremos en todas formas la moralización de ese ramo, así como el fomento de la Instrucción Pública, tan abandonada en nuestro estado.
La justicia es una deidad santa y sublime que busca al inocente con el afán y encuentra al delincuente con pesar. Y en nuestro estado tiene todas las apariencias de ser una Mesalina.
Cada escuela que se abre es una cárcel que se cierra, ha dicho con toda verdad un pensador, y en nuestro estado no se abren escuelas para que se cierren cárceles.
Así como aplaudiremos las medidas y actos del Gobierno que merezcan aplausos, censuraremos todo aquellos que amerite una reprobación.
 
Si el Gobierno del estado permitiera el juego, verbigracia, seríamos los primeros en atacar tan inmoral disposición.
 
Nuestra pobre Patria -débil esquife- marcha a los tumbos por el agitado mar de las pasiones y atraviesa en estos momentos el temible Cabo de las Tormentas, donde el gigante Adamastor la puede hacer zozobrar; pero nosotros tenemos confianza en sus destinos y esperamos verla arribar a seguro puerto , ¡que vale más castillos en el aire, que calabozos en el aire!.
El yanqui no vendrá a profanar nuestro territorio, pues nación que debe su poder a su comercio, pierde poder cuando pierde su comercio, y el yanquie sabe que expone su propia vida al hollar nuestros derechos. Pero si viene, no debemos medir al enemigo, sino al unisono exclamar como Shakespeare: "Vengan de los tres ángulos de la tierra en armas y los contendremos; nada nos hará cejar, si nos permanecemos fieles a nosotros mismos".
Con el isigne Cautelar, somos partidarios de la revolución sin "r" y siempre hemos condenado las reivindicaciones armadas, porque son peligrosas en pueblos que, como el nuestro, no poseen altas y recomendables virtudes cívicas. Dicho lo cual saludamos con todo respeto y estimación, donde éstos conforman al noble pueblo veracruzano a los lectores y favorecedores de El Dictamen, a la prensa local y a la del país en general, deseando que nuestras labores sean bien recibidas, en gracia de que nos animan dos grandes principios: verdad y honradez, como lo demostraremos.
Juan Malpica Silva