jueves, marzo 10, 2011

Fotoperiodismo

El presente texto forma parte de la Tesis: Francisco Mata Rosas y el Nuevo Fotoperiodismo Mexicano: Análisis de la serie Sábado de Gloria de la LCC Patricia García Banda.

Proceso y Unomásuno

Durante su periodo presidencial (1970-1976) Luis Echeverría, decidió acercarse a los intelectuales debido al clima que existía por los sucesos de 1968. Quien apoyo en ese momento a Echeverría fue Carlos Fuentes, el cual presentó al presidente con los intelectuales mexicanos y extranjeros. El presidente organizaba fiestas donde se reunía con ellos ofreciendo su apoyo. Los editorialistas del periódico Excélsior le tomaron la palabra en cuanto a la libertad de expresión, comandados por Julio Scherer García, Gastón García Cantú, Samuel I. del Villar, Froylán López Narváez, Antonio Delhumeau, Carlos Monsiváis, Jorge Ibargüengoitia, Vicente Leñero, Ricardo Garibay, Luis Medina entre otros. Un grupo de reporteros/fotógrafos formaron un equipo que llevó al Excélsior a ser el principal periódico del país, revitalizando el periodismo mexicano, más tarde ocasionando problemas al periódico, ya que en 1976, Luis Echeverría decidió retirar a Julio Scherer del periódico porque el Excélsior no se prestaba al juego de simular una actitud crítica (Ramírez, 1992, p.19). En respuesta a esta situación, Scherer junto con un grupo de colaboradores funda la revista Proceso lo cual resultó importante para el país ya que a pesar de ser reprimidos por el gobierno, decidieron seguir adelante con esta revista. Un año después de la creación de la revista Proceso; Manuel Becerra Acosta también alto directivo del Excélsior prepara el diario Unomásuno para salir a la venta a finales de 1977; llamado así porque sus promotores ganaban adeptos “uno a uno”.

Este diario desde el principio fue diferente, ya que su formato de tabloide, eliminó las páginas editoriales repartiendo los artículos correspondientes en las secciones del periódico y la sección cultural abarcó por primera vez varias páginas, además de los moneros Magú, El Fisgón, Ahumada, Helioflores y Sergio Arau quienes crean un suplemento de historietas; en el periódico también participaron escritores como Miguel Ángel Granados Chapa, Carlos Monsiváis, Héctor Aguilar Camín, Tomas Mojarro y Enrique Flores Cano (Ramírez, 1992, pp.20, 121, 160, 162).

Nuevo Fotoperiodismo Mexicano. Unomásuno y La Jornada

Al nacer Proceso nace también una publicación con la libertad de expresión que ningún otro medio había tenido hasta ese momento, era una revista con periodismo crítico casi al ciento por ciento. Sin embargo, Julio Scherer no tenía mucho interés por la fotografía, le daba prioridad a los textos, la fotografía era ilustrativa solamente, no había crédito para los fotógrafos ya que sus nombres aparecían en el directorio y las propuestas de los fotógrafos no eran aceptadas. Pero una de las ventajas de la revista sobre cualquier otro medio, hasta ese momento, eran los salarios dignos con lo cual se evitaba el “chayote” (Mraz, 1996, pp.23, 26).

El nuevo fotoperiodismo mexicano nace con el Unomásuno y con su fundador y director Manuel Becerra Acosta y como subdirector Carlos Payán, quienes apoyaron la fotografía, la cual toma importancia llegando a ser un género autónomo en este periódico; la primera plana se alcanza como editorial, nace la propuesta de la vida cotidiana como material periodístico, los políticos son fotografiados con irreverencia, muchas situaciones reales comienzan a ser noticia por medio de la imagen, como la pobreza, los sindicatos, los movimientos revolucionarios en Centroamérica y la oposición. La calidad fotográfica comienza a darse reflejando imaginación, señalamiento oportuno, denuncia, estética y sentido del humor (Malvido, 2004, p.9.). El Unomásuno innova en la fotografía desde el momento en el que suceden muchas cosas por primera vez: como el que el jefe de fotógrafos participara en las juntas de evaluación diaria, que una mujer asumiera el cargo de jefa del departamento de fotografía, también que una fotógrafa fuera enviada como corresponsal de guerra, además de que la fotografía periodística fuera expuesta en museos y galerías de arte; se despierta una conciencia en el cuidado de los negativos, la importancia de los archivos fotográficos, se respetaron los derechos de autor de los fotógrafos además de trabajar con equipo propio, los fotógrafos dejan de ser aprietaobturadores para ser fotoperiodistas ya que su forma de trabajo se basa en que se formara un concepto antes de llevar a cabo la orden de trabajo, así ya se había pensado qué era lo que se quería fotografiar y qué era lo que se iba a hacer. (Malvido, 2004, pp.12, 14, 17). La vida cotidiana en la fotografía periodística cobró gran importancia en el Unomásuno, según Pedro Valtierra “la vida cotidiana y la vida en la calle se va a primera plana para tomar el lugar que durante años ocuparon los presidentes; los políticos que antaño pagaban para salir bonitos, son retratados como seres de carne y hueso, sin temor y sin afán de quedar bien con nadie; los temas sociales se convierten en prioridad y Centroamérica se cuenta de otra manera” (Malvido, 2004, p.16).

Los fotógrafos tenían libertad de proponer un tema, un foto reportaje, dedicarse a realizarlo sin tener órdenes de trabajo, los salarios eran dignos para no aceptar soborno alguno, la forma de vestir expresaba esta situación ya que en general los fotorreporteros usaban corbata y lo fotógrafos de este periódico no vestían así, llevaban cabello largo por lo que se les clasificaba como comunistas. Algunos de los fotógrafos del Unomásuno eran: Christa Cowrie, Aarón Sánchez, Martha Zarak, Pedro Valtierra, Armando Salgado, Enrique Ibarra, Gustavo Miranda, Jorge Barragán, José Luis Rocha, Miguel Castillo y Héctor García.

Un momento coyuntural en el fotoperiodismo fueron los movimientos armados en Guatemala, El Salvador y Nicaragua, el periódico mandó a sus propios corresponsales, dejando de lado a las agencias internacionales de información, a partir de aquí es donde el fotógrafo se convierte en actor de la información. También se da un intercambio en la relación fotógrafo- reportero porque al principio a quién se le proporcionaba el dinero de los viáticos era al reportero y el fotógrafo dependía de éste, pero la situación cambió gracias al diálogo de Pedro Valtierra con Becerra Acosta (Mraz, 1996, pp. 28-29).

Unomásuno se mantuvo así por unos años hasta que en diciembre de 1983 dejan el periódico Carlos Payán, Miguel Ángel Granados Chapa, Carmen Lira y Humberto Musacchio con 46 personas más, por desacuerdos administrativos con el periódico. Este grupo funda en 1984 el periódico La Jornada en donde la importancia de la fotografía en el diario sigue vigente. En el diseño del periódico se contemplaban como mínimo una foto o ilustración en cada página. Por primera vez los fotógrafos entraban a una junta de evaluación consiguiendo que no se cortaran las fotografías como se acostumbraba y que cada una de éstas llevara el crédito correspondiente. Cabe mencionar que los fotógrafos en esa época llegaban a ganar más que un reportero (Mraz, 1996, pp. 29,31).

Algunos de los fotoperiodistas más sobresalientes en La Jornada (según el libro de John Mraz, La mirada inquieta) fueron: Marco Antonio Cruz, Elsa Medina, Fabrizio León, Francisco Mata Rosas y Pedro Valtierra.