lunes, septiembre 25, 2006

De MacJobs y otros demonios

Escarbando entre mis pertenencias, en un intento por tener orden en mis triques, encontré antiguos gaffetes de mi vida laboral y que aún conservo por nostalgia o tal vez descuido. Como sea, ya titulado y con la convicción de encontrar trabajo antes de que termine este año, a continuación hago una retrospectiva de los lugares donde he chambeado, mi vida en gaffetes...

Durante la carrera hice mi servicio social en el Instituto Nacional de Migración Delegación Regional Veracruz, mejor conocido sólo como Migración para los que estuvimos ahí. Tal vez haber ingresado ahí es el mejor ejemplo de cómo las cosas se dan sin pedirlas. Recuerdo que estaba en la cabina de radio haciendo no sé qué, cuando mi compañero Pedro entró a interrumpir mientras balbuceaba, "quieres trabajar, quieres hacer tu servicio"... zas!! de pronto estaba frente a quienes serían mis jefes por los próximos 2 años y fracción, Sr. Trejo y Trumar.

La primera generación de la Academia, como ellos posteriormente nos denominaron, estuvo conformada por Adriana, Pedro, Claudia y yo, todos compañeros de generación. En Migración integramos un equipo de trabajo para el Programa Paisano, hacíamos algunas labores correspondientes a Comunicación Social y fuimos Observadores Paisanos becados bajo el programa de SEDESOL "Jóvenes por México". Sin embargo, lo más memorable eran las idas al aeropuerto para auxiliar a los paisanos y cuidarlos de la PFP. Este no fue un MacJob.

Sr. Trejo y Trumar eran jefes chidos pero castrosos, uno conocedor de cine y otro de mujeres sin zapatos, pero ambos muy camaradas cuando andaban de humor. Recuerdo su infinita capacidad de asombroso ante mi apetito voraz y degustación por los tacos al pastor y hot dogs, y su siempre castrosa actitud ante mi falta de conocimiento en algunos temas de Comunicación. Mi mejor recuerdo de ellos: jugando voleyball en un día flojo, pero dentro de la oficina.


"Chido tu MacJob" casi casi fue la expresión de mis amigos Paty Banda y Enrique cuando les dije que había entrado (como si fuera difícil) a trabajar a Sears para el verano. Fue terminando la carrera y como un impulso idiota por trabajar en algo, así es... me convertí en el esclavo 79-219 del Señor Carlos Slim y su emporio de crédito al por mayor. Hoy día pocas personas saben que estuve ahí, y no creo que se propage mucho entre mis 3 0 4 lectores infieles (me he convertido al islamismo jajaja). Días oscuros, de crisis infinitas y sueldos de proletario...

Ya no recuerdo si fui asignado o pedí estar en la sección de discos, ambas decisiones se llevan el concepto de surreales, pero ahí estuve vendiendo Cd's, DVD's, Discman's y casi que mi alma al marchante. Durante todo ese tiempo estuve con Toñita (no la de La Academia, no jodan) mi compañera de MacJob, sólo que ella tenía un hija que mantener y un crédito en Sears que pagar... así es, los mismos empleados se endrogan y terminan trabajando para pagarle a Porfirio Slim, una vil tienda de raya.

Aún así me las arreglaba para ser feliz y vender el último disco del Top de Sears, veía las películas que recién llegaban junto con todos los compañeros de Electrónica y en las tardes ponía los Cd's de Pearl Jam, Red Hot y Elvis que encontraba a mi alcance.

Sobre los cliente tengo recuerdos bastaaantes extremos, está el tipo/tipa/quimera que llegó un día a preguntar por los discos de La Academia y que me soltó todo un discurso de porqué le gustaba el programa y tal tipo, "ajá... sí, claro.. a veces lo veo". O un porro de la UNAM que se regresó a mi sección cuando puse el discro de Grandes Éxitos de Elvis y me dio tips de antros y burdeldes donde se oía buen rock en el DF. Mi mejor recuerdo: cuando se perdieron como 30 DVD's de Matrix Revolutions durante la noche y querían que nosotros los pagaramos. Slim eres un explotador y claro que no los pagué!!!

Con el poco dinero de Sears y mucho de mis padres, me vine a Monterrey en Agosto de 2004 a cursar un Seminario en Análisis Político en el Tec, ahí me di cuenta que no estaba tan en el hoyo y los conocimiento de mi teacher Mendoza eran buenas bases. Y el 13 de septiembre de ese año entré a trabajar a Merkafon Teleperformance, una call center de AT&T en la Sultana del Norte. Una amiga de Grace, Rosy, también entró conmigo y aunque en grupos diferentes ambos hicimos la misma capacitación para manejo de clientes, software, ventas, problemas técnicos y demás universos relacionados con la telefonía celular. Aquí palabra clave es multiskill.

El training duró un mes y lo chido fue que también lo pagaban, así que terminé siendo Agente de Telemarkating en Merkafon, donde según las lenguas regias todo estudiante había caído alguna vez. Excepto los Garza, Treviño, Santos, Canales, Sada, Elizondo y Zambrano.

El ambiente en Merkafon era variado, estaba la punketa vegetariana con cara de "pinches paisanos ojetes aprendan a usar su celular", el estudiante del Tec becado que cursa sólo una materia durante el semestre, el camarada adicto a la heroína pero con el mejor trato al cliente y el Tigre de corazón que espera que su equipo le cumpla, harto de explicar facturas a cubanos mamones, prepotentes y pedaceros.

Pese todo lo anterior, era un trabajo redituable: 6 horas diarias y un día de descanso por 6 mil pesos. Mi mejor recuerdo: "Gracias por llamar a AT&T Wireless, mi nombre es Ramiro, en qué puedo servirle"

En mis numerosas visitas a Grace aquí en Mty, era constante mi deseo por visitar el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, mejor conocido como MARCO. Recuerdo la exposición Grandes Maestros del Siglo XX con pinturas de Orozco, Kahlo y Rivera entre otras. Quién iba a pensar que trabajaría ahí...

Por lo que sé, MARCO fue un esfuerzo de la Iniciativa Privada Regia y el Gobierno de NL por crear un espacio cultural que diera cabida al arte contemporáneo. El museo abrió sus puertas en 1991 y siempre busca ser un referente cultural en Latinoamérica; Ricardo Legorreta fue el arquitecto encargado del diseño y toda persona que vista el museo queda fascinada con la obra, a su vez que recorre las exposiciones, se puede maravillar con la luz, la textura y el color. Legorreta rules!!!

Mi participación inició como voluntario y mi primer acercamiento sería con el nuevo programa comunitario MARCOmovil, donde se buscarían explorar las posibilidades lúdicas y recreativas del arte, llevando la oferta cultural del museo a nuevos espacios en el Área Metropolitana de Monterrey y posteriormente en otros municipios de Nuevo León. Este no fue un MacJob.

Fui voluntario junto con Grace durante el primer proceso comunitario y cuando decidieron delegar el programa para darle mayor libertad al coordinador de programas comunitarios, apliqué... el resto ya es historia.

Ahí hice buenas amistades, efímeras algunas y de messenger otras, Lily, Mauro, Aída, Violeta, Cecy, Rosy, Gio, Ricardo, Gaby y Martha. Jóvenes voluntarios y de Servicio Social. El museo fue la faceta culturosa de mi vida y me permitió saber que ese perfil no es el mío, tengo muchos buenos recuerdos y creo firmemente en su misión. Mi mejor recuerdo: Don Lalo el chofer del MARCOmóvil, un tipo con madre!!!

El análisis FODA del museo se lo dejo a la experta Krystallia Sakellariou (pronto lo publicaré), una amiga sueca que coincidió conmigo durante mi estancia en MARCO.

Así fue...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Maravillosos recuerdos de Migración... y numerables empleos que has tenido... estos son buenos de recordar y de saber que aprendiste de cada uno.
yo estuve contigo en Migración y como tú los mejores momentos fueron cuando salvábamos a los "pobres paisanos" de las "garras de la pfp" aún recuerdo nombres de algunos oficiales.
Hay que aceptar que eramos un buen equipo que gracias a nuestra labor hicimos la primera estadística real del tránsito paisanezco... chido si lo piensas de esa manera!
saluditos desde un día de wevaaaaaa

SirenNa dijo...

¡Qué padre post!

The Coffee Lady dijo...

Hola

Me gustó este post! Debe ser grandioso haber trabajado en tantos lugares, conocer tantos ambientes y convivir con tantas personas... muchas experiencias, no?

Buen blog!
Saludos.