Vacaciones...ahhh!!

Después de un relativo abandono de mi blog y ante la lluvia de anuncios de paquetes hoteleros, ofertas de vuelo e incluso cupones para ir a Plaza Sésamo... caigo en cuenta que no he tomado unas vacaciones (for real!!!) en mucho tiempo.

Hace tres veranos, sí no me falla la memoria y me gana el Alzheimer, fui el protagonista de mi propia road movie cuando mis papás y unos padrinos emprendimos un periplo por carretera y visitamos varios lugares de México.

Salímos del DeFectuoso para conocer las autopistas de cuatro carriles rumbo a Querétaro, y con el centralismo a ultranza fuimos a parar al Municipio de San Juan del Río, un destino turístico no sólo por las peregrinaciones a no sé que santo o vírgen (ganó el Alzheimer) sino también por ser una estampa rulfiana de México.

Proseguimos el viaje por el estado natal de mi padre: Guanajuato, cuna de la independencia...y del cambio (Fox dixit). Guanajuato además de las momias tiene una bella arquitectura colonial y ciudades tranquilas, e interesantes otras, como: Celaya, Salamanca y San Miguel de Allende.

Curioso fue conocer que a San Miguel de Allende vienen muchos extranjeros a jubilarse, poner un hostal o comprar casa... en cualquier orden. Claro que mis papás visitaron el lugar para completar su recorrido de iglesias, y yo, documentando tal... y sí, a todos los lugares que fuimos se repetía el mismo patrón, primer cuadro de la ciudad: Iglesia, Ayuntamiento y Zócalo.

Pasamos un fin de semana en Celaya, donde el mejor recuerdo culinario se lo llevaron las carnitas, mmm... ahí compre un libro que la fecha no he terminado por lo pesado de su lectura (académica) sobre Guadalajara.

Después de atravesar el estado también natal de José Alfredo Jiménez (un tequila por favor!!!) y dejar atrás el Cerro del Cubilete... nos enfilamos a Jalisco (mariachis y más tequilas!!) en lo que fue mi primera visita relámpago a la Perla de Occidente.

Sin embargo, el poco presupuesto nos obligó a sólo comer y tomar unas cheves en la Plaza de los Mariachis... aquí se me sale una lagrimita nostálgica querido lector. Y finalmente nuestro destino derrochador: Puerto Vallarta.

Esta fotografía forma parte del documental fotográfico de las iglesias que les mencionaba líneas arriba... hubo días en que los cerros que están de fondo amanecían con una bruma de flojera.

Su malecón es algo digno de imitar, repleto de esculturas de artísticas locales que despiertan la imaginación del turista.

Ahora la parte "vieja" de Puerto Vallarta, es conocida como Viejo Vallarta, donde su servilleta disfrutó mucho, y la denominación Nuevo Vallarta es donde están los hoteles tipo Sheraton y demás... y luego dicen que el PRD polariza al país. Eso sí, como ustedes pueden apreciar en la última foto, conservan sus techos de teja como patrimonio y hasta el McRoña dobló las manos.

Fueron unas excelentes vacaciones... ahora sólo queda ver si encuentro algo en Nuevo Léon lo suficientemente atractivo y barato para conocer... au revoir!!!